jueves, 4 de septiembre de 2014

Hay que asegurar el futuro de la minería

Cuando se trata de recursos naturales no renovables, como el petróleo y los minerales, en los centros productivos de este orden siempre se adoptan planes especiales de contingencia, según los expertos, para sortear factores adversos que tienen que ver, por ejemplo con el agotamiento paulatino de los yacimientos y las reservas, es un proceso natural que se contrarresta con nuevas exploraciones y en otra instancia con proyectos de diversificación, a través de la industrialización de elementos afines al uso de los recursos naturales.

Equipos técnicos especializados trabajan intensamente en esa fase preventiva en los países productores de materias primas, claro está que en la mayoría se han hecho avances sustanciales hacia la producción industrial de commodities de ahí que funcionan grandes factorías que en algunos casos, inclusive están en condiciones de importar materias primas, si se agotaran sus propios recursos, eso quiere decir que se han instalado plataformas de alto rendimiento para conjurar cualquier escases de materia prima.

Son largos procesos, con mucha inversión, con programas delineados para la continuidad y crecimiento productivo, pero después de haber afianzado un modelo de crecimiento sostenido en su tiempo y debidamente ampliado en la perspectiva de su diversificación industrial. El proceso no crea traumas, ni tampoco produce restricciones laborales con problemas sociales.



MINERÍA EN VEZ DE…

En nuestro medio, días atrás con motivo de la realización de una exposición minera, se reunieron autoridades del sector y la apreciación de un ejecutivo de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), la principal empresa del sector minero, señaló puntualmente que "la minería busca desplazar a la producción hidrocarburífera". Se trata sin lugar a dudas de un criterio de mucho entusiasmo, con buena intención y en la proyección de tiempo de por lo menos un medio siglo más, que seguiremos viviendo del gas y el petróleo.

Lo que debe quedar claro es que no se producirá un desplazamiento del uso de un recurso natural por otro, es más real hablar de un reemplazo paulatino de la producción de minerales, si desde ahora se asumen responsabilidades para crear esa plataforma de intensa producción minera.

Es absolutamente cierto que los recursos naturales, al no ser renovables tienden a su paulatino agotamiento, pero la proyección es trata de buscar nuevas fuentes de provisión, como está sucediendo con YPFB, que tiene fuertes inversiones para nuevas exploraciones, inclusive en el altiplano.

Hay que tomar providencias, efectivamente, y una de orden práctico puede dirigirse ciertamente al rubro de la minería, sabiendo de importantes informes sobre la existencia de ricos yacimientos mineralizados, cuyo potencial debe ser prospectado y verificado para encarar su explotación.



NUEVOS YACIMIENTOS

Al presente se vive un proceso de agotamiento de los yacimientos que fueron descubiertos en la Colonia y que siguen entregando minerales para el sostén de la economía nacional. Es el caso de Huanuni, Colquiri y otros distritos más pequeños en el margen de la minería estatal, el caso del Cerro Rico y el trabajo de las cooperativas, aparte el sector privado con minas de alto rendimiento.

No se han producido nuevos emprendimientos de la gran minería, aunque en el plano del sistema estatista se tiene el caso del Mutún con su reserva de millones de toneladas de hierro, está también en fase aún exploratoria el megaproyecto del litio, en ambos casos con varios años que están transcurriendo y con otros más que deben esperarse para consolidar tales proyectos.

Para la Comibol está abierto el desafío de Mallku Khota, un yacimiento en el norte potosino, cuyo potencial ya fue certificado por la empresa extranjera que realizó su prospección inicial y calificó su potencialidad tan importante o mayor al emprendimiento de San Cristóbal que desarrolla una empresa japonesa.

Los grandes emprendimientos mineros, caso San Cristóbal, demoran muchos años en su preparación (10 años), un largo periodo sólo de gastos que obliga a fuertes inversiones, que necesariamente deben estar garantizadas con seguridades e instrumentos legales propios de la Ley Minera.



PREVISIONES

DEL PRESENTE

Es justamente lo que está faltando en el tiempo presente para encarar, con mayor decisión y con planes debidamente estructurados, toda una agenda de realizaciones que comienzan en la amplitud exploratoria y luego en la definición prioritaria de entrar a la fase de explotación de nuevos yacimientos, lo que significará creación de fuentes de empleo, rentabilidad asegurada para beneficio de municipios y distritos pero particularmente para fortificar la economía nacional en esa otra fase de "reemplazar" la producción de hidrocarburos.

Se trata por lo mismo de programas a largo plazo, pero que no pueden quedar librados a las necesidades de emergencia cuando se produzcan los cambios, sino a tomar acciones en el tiempo presente, aprovechando la coyuntura de una cierta estabilidad de precios de los minerales, aunque reconociendo que en el reciente tiempo pasado las autoridades no tomaron previsiones de ahorro para crear un fondo de sostenimiento e impulso a la

minería.

No se puede esperar indefinidamente el fortalecimiento del estratégico sector minero, este debe ser el tiempo de las grandes decisiones, así como propone una autoridad de Comibol, pero el asunto no sólo debe ser enunciativo, lo que hay que exigir son definiciones en la implantación de política minera, que comience por modernizar y hacer operativa a la Comibol.

No podrán desarrollarse políticas de incentivo al sector minero si no se pone en vigencia práctica la nueva Ley Minera, con su reglamentación apropiada y aprobada su escala de tributación impositiva. Son mínimas exigencias, pero tan importantes en la dimensión de asegurar que la minería es el presente estratégico del país y será la seguridad económica de los bolivianos…pero trabajando desde ahora, en planes de prospección y exploración minera.

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