miércoles, 19 de noviembre de 2014

Bajón de precios en commodities estaba cantado

Y bien sonado por cierto, tanto así que con letra y música, hace medio año que ya se tarareaba, cuyo ritmo se ha convertido en el último tiempo, sólo en las últimas semanas, en el tema de mayor impacto por sus consecuencias y las derivaciones del efecto que su paso puede causar en la economía nacional.

Lo cierto es que ya en abril pasado expertos internacionales y analistas nacionales, vislumbraban el descenso en el precio internacional de los minerales y ese proceso comenzó precisamente en ese tiempo, centavos menos sumados con inusitada frecuencia se han convertido en cifra negativa para las perspectivas de un adecuado sostenimiento de la minería.

Un tácito reconocimiento al proceso de "bajada" está contenido en el "Anuario Estadístico Minero del 2013" elaborado y publicado por el Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) y que se conoció recién en abril de la presente gestión, admitiendo ya una "bajón" en el precio de varios minerales, como el zinc, plata, oro, cobre y todavía en muy baja proyección el estaño.



EN BAJADA

De todos modos la bajada de precios ya estaba en proceso y con más o menos alternativas fue alterando el ritmo de las utilidades que perciben los productores, pero además los beneficiarios de las utilidades, el caso del Estado y Gobernaciones y Municipios para los que van disminuyendo las regalías.

El oro que en la gestión 2012 alcanzó su precio máximo de 1.665,3 dólares la onza troy (OT), declinó a 1.430 y después a 1.319 la OT en 2013 y en la actualidad está fluctuando en $us 1.222.20 la OT.

El estaño alcanzó más de 12 dólares la libra fina (LF), descendió a 9,49 el 2012, se elevó a 10,12 la LF promedio el año pasado y en la actualidad su valor es oscilante entre los 9,05 y 9,45 la LF. En este caso por lo menos en la minería estatal, forzando la situación, se habla de un límite de equilibrio del costo productivo no menos a los $us 9. En el caso de las cooperativas, dicen que pueden soportar hasta un valor de $us 8,5 la LF. Pero bajo condiciones extremas.



VISIÓN EXTERNA

Por supuesto que el ritmo de bajada suena también en otras latitudes y un caso especial es el de Chile, país reconocido como el más cuprífero de la región, sin embargo, ya se han delineado políticas de contingencia para compensar la caída en el precio del cobre, situación que podría prolongarse inclusive en la próxima gestión debido a la reducción de compras por parte de la China que tiene altas reservas del mineral, pero al mismo tiempo se espera que otros mercados emergentes requieran de esa materia prima y el precio del cobre, ahora calculado en $us 3,13 la libra fina pueda elevarse paulatinamente.

En todo caso se menciona que la desaceleración de la economía china afecta directamente a los países productores de commodities, el caso de Bolivia, con mayor efecto, pero también de algún modo a Chile y Perú, aunque en el caso de estos últimos, la situación se compensará con un fuerte flujo de inversiones para exploración y refinación, pero además mejorando la variada oferta de productos con valor agregado, que todavía no tiene Bolivia en su stock de reservas estratégicas.



PROCESO REPETITIVO

El hecho del descenso de precios en las materias primas que exportamos tiene causa directa en la política financiera de potencias caso de China que reduce estratégicamente la compra de materias primas y espera negociar su propio stock de reservas, para recién encarar otro plan de compras que marcará por supuesto otro ciclo de precios, aunque no se sabe en qué tiempo.

En el caso del petróleo la cosa tiene efecto en nuestra economía por la abierta competencia de quiénes tienen el "oro negro" para comercializarlo como quieren y cuánto pueden en función de controlar los precios que satisfagan sus expectativas. Estados Unidos, el mundo árabe y después la OPEP tienen que ver en esa situación, empero ese movimiento del crudo en los grandes mercados tiene su efecto en los menores centros de comercio como el nuestro.

Aquí conviene señalar que nuestro país ha sopesado alternativas fluctuantes en materia de precios internacionales y ha logrado equilibrar sus costos de operación, exceptuando por supuesto la vertiginosa caída del estaño en la década de los 80.

Pero recientemente, observando las líneas del movimiento económico nacional y apreciando las curvas de la fluctuación de precios, el bajón se ha producido en varias oportunidades y con diferentes variaciones, no extremas, que han sido "sorteadas" con equilibrio sostenible generado en el Estado.

En la actualidad se repiten esas variables, pero la diferencia es que se encuentran frente a una economía sólida, con fuertes reservas financieras y con opciones de apoyar abiertamente a los sectores que pudiesen entrar en crisis si se prolonga el tiempo de las "vacas flacas".



NO SE PIERDE

LA ESPERANZA

Si bien el descenso de precios que tiene que ver con la compra de nuestras materias primas, de las cuáles además depende el sostenimiento de nuestra economía, que se verá afectada de algún modo en los próximos meses, bajará en cierto porcentaje la "bonanza" económica nacional, sin embargo, hay que esperar, como explican los expertos, que se trate de una "tendencia temporal" que pueda superarse con planes de contingencia adecuada y oportunamente aplicados-

A propósito, en el caso de la caída del precio de los minerales las autoridades de Gobierno anticipan desarrollar un plan de contingencia para contrarrestar los efectos por la caída de precios.

Recientemente, el ministro de Minería, César Navarro, informó que se ha decidido la elaboración de un plan de contingencia que está en preparación y que tendrá aplicación "empresa por empresa", por las características productivas de cada una, ya que los costos de producción varían de una a otra aunque produzcan el mismo mineral, caso concreto de Huanuni y Colquiri, apreciándose en este caso concreto la diferencia sustancial en la cantidad de trabajadores de cada empresa.

El plan de contingencia será coordinado entre autoridades del MMM, de la Comibol, las empresas mineras estatales, las cooperativas mineras e inclusive representantes de sindicatos de asalariados mineros.

Por los informes conocidos, en el plan de contingencia, no se tomó en cuenta al sector minero privado, especialmente al de la pequeña minería y menos al de la minería mediana, que de todos modos sufrirán también los efectos de la caída de precios, un ejemplo es el caso Inti Raymi, que anunció no sólo la reducción de personal, sino el cierre de operaciones.

Tratándose de un sector productivo muy importante, la minería en su conjunto debe incluirse en un plan de contingencia, aunque las modalidades puedan tener variantes especiales, como dijo el ministro de Minería, "de acuerdo a las características de cada empresa".

El mismo problema, baja de cotizaciones, se siente en todo el ámbito minero a nivel mundial, solo que los efectos tienen diferentes niveles de afectación en cada caso. Algunas empresas adoptan previsiones ante la fluctuación de precios creando "fondos de asistencia" que operan cuando la crisis así lo exige. En otros casos se facilitan e incentivan mayores inversiones para conjurar la disminución de ingresos pero impidiendo en cualquier caso el cierre de empresas.

Lo último que se pierde es la esperanza, y en el caso nuestro las decisiones que se adopten deben ser de una clara objetividad, más técnicas y financieras, antes que meramente políticas.

Medios, Agencia Uru, PM.

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