Como en un parque infantil nuestra minería pasa por movimientos bruscos aunque ya esperados por las condiciones que se han dado en el surgimiento de un nuevo ciclo de precios. Primero en el columpio hasta tomar considerable altura, favoreciendo a la producción minera en forma general, solo que en el caso de nuestras autoridades de área sin tomar ninguna previsión para poder "rescatar" así sea un mínimo porcentaje de soporte estratégico para cuando se baje del columpio.
Los mineros chicos, principalmente, sugirieron en su tiempo la creación de un fondo de reserva para impulsar las operaciones de la minería pequeña y más aún soportar periodos de crisis con la caída de precios en un inminente cambio de ciclo. Los cooperativistas coincidieron en esa posición, pero además ante la inminente crisis platearon al Gobierno una subvención de emergencia que se concedió a ese sector.
Sucedió lo previsto por expertos, los precios se desmoronaron y sin fondo de reserva establecido, se presentó el tiempo de los bajos precios y la minería pasó al "sube y baja" de la cotización de minerales en los mercados internacionales. Con la caída de los precios comenzaron las dificultades para muchas empresas, una en el sector estatal que confrontará problemas, la mina Huanuni; en el caso privado y en Oruro, la reducción de precios golpeó con dureza a Inti Raymi y el resto de su proyecto Kori Chaca, anuncio de cierre y disminución de personal.
Ya estamos propiamente en el tobogán, es la etapa en que la declinación de los precios y si tal proceso es aún prolongado, colocará a más empresas y entre esas incluso a las cooperativas, que todavía operaban con un margen pese al valor de la LF de estaño algo mínimamente superior a los $us 8 en una situación de evidente crisis, debiendo acudirse a las acciones de contingencia para paliar la aflictiva situación productiva.
Hay que convenir en que el tiempo de las vacas gordas ha concluido y por tanto la comercialización de nuestras materias primas se hará más difícil para poder compensar los costos de producción, con precios de venta por debajo de las posibilidades reales de equilibrar obligaciones y utilidades.
Según algunas apreciaciones (Fundación Milenio), el superciclo de los precios altos comenzó en el 2005 con un nivel excepcional de beneficios para explotar los commodities. Se menciona topes en el comportamiento de algunos minerales, por ejemplo el caso del zinc y el plomo que lograron su mejor precio entre los años 2007 al 2008, mientras que el oro y la plata repuntaron favorablemente entre el 2011 y el 2012, pero de ahí adelante cambian las cosas y empieza una declinación que todavía "juega" en el sube y baja, pero el peso de las circunstancias hace que un lado decline a un nivel realmente preocupante.
FUERTE DECLINACIÓN
Desde la cúspide del tobogán minero, al que se subió con inusitada facilidad (por la grada), la perspectiva no es otra que resbalar hacia tierra y en ese proceso lo que se espera es salvar de algún lo inevitable, es decir no "tocar fondo".
Los expertos coinciden en señalar que "no tenemos proyectos mineros especialmente en el sector estatal, la minería que salva todavía el ritmo de ventas al exterior es la privada por el volumen de sus operaciones, aunque confrontando dificultades por la restricción de precios, pero enfrentando tal situación con estrategias financieras, como las inversiones coyunturales y el incremento productivo.
Mientras que en el otro frente el caso de la minería cooperativa, crece de manera incontrolable, sin asistencia técnica, sin previsiones medioambientales y en condiciones de abierta evasión impositiva en comparación a los otros grupos productores mineros, incluyendo a la estatal y los privados.
Según datos del INE, mencionados por la Fundación Milenio, en los últimos cinco años creció el valor de las exportaciones, pero disminuyó el volumen de la producción lo que demuestra que los buenos precios internacionales elevaron los ingresos, mientras se estancó la producción.
Cuando se menciona la situación de la minería nacional, se alude a la producción de minerales (concentrados) y metales (lingotes de Sn) y todavía en perspectiva la producción de Karachipampa con lingotes de plomo y plata, se menciona también la manufactura de fina joyería y aleaciones mineras. Una oferta invariable en tiempo y espacio mientras se adopten planes para encarar la verdadera industrialización de nuestros metales y diversificar la industria complementaria con muchas fuentes de empleo y en función a inversiones de alto nivel, y en abierta competencia por copar los espacios de una nueva industria alimentada por nuestros propios metales.
MINERÍA CASI
PARALIZADA
Lo cierto es que pese a muchas ideas y buenas intenciones la minería está atravesando por un momento crítico, está casi paralizada por carencia de medidas que se cumplan en función de las necesidades prácticas del sistema de emergencia que se anunció para conjurar la caída de precios.
Una de las medidas que sigue en proceso de estudio y seguramente tardará algo más en su aprobación, es la reestructuración de la Corporación Minera de Bolivia, (Comibol) que debe convertirse en el instrumento idóneo y práctico para desarrollar los proyectos de la minería en sí, pero también de la metalurgia como base del proceso de industrializar nuestras materias primas.
La Comibol debe encargarse de los macroproyectos, como el caso del Mutún para la explotación del hierro, tarea suspendida desde la salida de la Jindal que sostiene un juicio con el Estado, situación que puede cambiar en virtud a una reciente información que señala la posibilidad de una apertura de diálogo entre el Estado y la firma india Jindal Steel y Power. Sería una buena solución.
Los otros temas están relacionados con el caso de los evaporíticos en el salar de Uyuni y también en el de Coipasa donde deben establecerse condiciones propicias de productividad con la puesta en marcha de los proyectos pilotos que se supone ya alcanzaron su nivel de operabilidad técnica y rendimiento efectivo.
Comibol, finalmente sin contar medidas para favorecer a la minería estatal, tiene que empeñarse en el cumplimiento de tareas de prospección y exploración de nuevos yacimientos mineros…pero ya, antes de que la bajada del tobogán toque tierra.
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