Son varios los problemas que deben ser eliminados y en varios sectores, para poder encarar un plan que enfrente la crisis de los precios bajos en la minería y que complican las actividades productivas y ponen en riesgo el sostenimiento de algunas empresas, caso de Huanuni que en el momento se presenta como el más complejo en función de sus perspectivas.
Renunció gerente
Aunque ya en el pasado mes de octubre el gerente de Huanuni, Samuel Orozco, presentó su renuncia ante las autoridades de la Comibol, mantuvo sus labores con la esperanza de alcanzar "buenos acuerdos" con la dirigencia sindical de ese distrito, lamentablemente se produjo un cambio de directorio, que parece complicó las ya tensas relaciones de empresa - sindicato, lo que obligó al ejecutivo a reactivar su decisión, la que con carácter "irrevocable" fue planteada al comenzar la semana presente.
La Empresa Minera de Huanuni (EMH), no tiene un gerente titular y desempeñará el cargo el subgerente técnico de la empresa, Mario Lima, en tanto se designe a un nuevo profesional en la dirección de una empresa seriamente comprometida en su nivel financiero.
Por los informes de la EMH, hay aspectos que seguramente serán analizados, pues se trata de posiciones especiales que deben subsanarse para evitar que desinteligencias entre dirigentes y ejecutivos, compliquen aún más la ya deteriorada situación empresarial.
El gerente renunciante señaló en meses pasados la poca predisposición sindical para cooperar en la aplicación de medidas técnicas para mejorar la producción y salvar la crisis económica que agobia a Huanuni. Los dirigentes sindicales, del anterior directorio y del actual, mostraron disconformidad con la gestión del gerente Orozco, a quien conminaron a retirarse, aunque se planteó la posibilidad de activarse un plan de emergencia para salvar la crisis. El plan no fue presentado y el ejecutivo justificó esa situación, reiterando que "no hay entendimiento con la dirigencia sindical".
Cualquier solución corresponderá en adelante a las autoridades superiores del MMM y de la Comibol. El titular de minería reiteró su opinión sobre Huanuni, señalando que "la problemática atraviesa por el elevado costo laboral, la baja en la producción y la caída de los precios".
Dirección de Comibol
Cuando se reclama la pronta "reestructuración "de la Comibol y se espera que suceda pronto en base a la conformación de un equipo de alto nivel profesional que defina la estrategia de la entidad, surge un anuncio en el MMM, indicando que "El Consejo Superior Estratégico de las Empresas Públicas (Cossep), constituido por los ministros de la Presidencia, del titular de Economía y Finanzas Públicas y del de Planificación y Desarrollo, dirigirá desde los próximos días a la Comibol".
Se aclara que rige la Ley de la Empresa Pública, norma que establece la conformación de un Consejo Superior integrado por los tres ministerios señalados, sin aclararse empero cuál es la situación del ministerio de área, en este caso el de Minería y Metalurgia, que en criterio de observadores debería ser cabeza de un Consejo Superior, que asuma la gran responsabilidad de dirigir el destino de la minería boliviana. Lo que menos se desea, dicen los expertos, es que se burocratice el manejo de la minería, que por su sistema productivo, necesita decisiones eminentemente técnicas.
El caso Karachipampa, es el ejemplo más interesante del último tiempo y el titular de minería César Navarro, es el que ratifica las críticas que se hicieron tiempo atrás a raíz de las fallas en el funcionamiento de la Empresa Metalúrgica de Karachipampa (EMK), que carece de profesionales especializados en la materia.
Se reconoce que desde 1985 el "elefante blanco" no funciona, su cuidado ha significado permanente inversión y su dificultosa puesta en marcha el 2014, tras tres décadas de inoperatividad no ha logrado alcanzar objetivos trazados y al presente se esperan soluciones prácticas para reencaminar en su tarea productiva a la EMK. Se sabe que cuatro profesionales bolivianos han recibido capacitación especial en una fundición china y se espera que estos puedan salvar las graves falencias técnicas en el manejo del monstruoso complejo.
Otros problemas especiales, como el caso Mutún, la falta de Reglamento de la Ley de Minería, planes de contingencia para la minería estatal y una real apertura a inversiones para emprender los planes de exploración minera, son parte de un conjunto de adversidades que deben conjurarse para hablar de la tan ansiada "reactivación de la minería boliviana".
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